Cissus

Nombre científico: Cissus rhombifolia.
Nombre común: Cissus o Ciso.
Familia: Vitaceae.
Origen: zonas tropicales.

Descripción: La Cissus es una hermosa enredadera perenne, ideal para mantener al interior del hogar con abundante luz o incluso en espacios más sombríos. Se adapta bien y es de fácil y rápido crecimiento. Puede alcanzar los 3 mt de altura con los cuidados adecuados. Si la guías con ayuda de sus zarcillos podrás formar una hermosa guirnalda que decorará tu hogar.

Exposición solar: Es una planta de interior, por lo que necesita abundante luz, pero en ningún caso recibir sol directo. Se puede adaptar a espacios sombríos, pero tendrá un crecimiento más lento.

Tipo de hoja: Trepadora de hoja perenne, esta planta tiene zarcillos y para que crezca como trepadora debes guiarla, darle apoyos, porque de otra forma crecerá hacia abajo como colgante y de aspecto mucho más colgante en vez de etéreo.

Velocidad de crecimiento: Con una buena dosis de luz, buena tierra y fertilizaciones adecuadas puede crecer bastante rápido alcanzando hasta 3 mt de largo.

Floración: Florece durante el verano, pero no es una floración vistosa ni ornamental.

Características ornamentales: Es una bella trepadora que puedes usar para decorar un bello muro en el living, comedor o incluso el baño de tu hogar. Necesitas guiarla y lo puedes hacer fácilmente con clavos e hilo de pesca transparente o de color. Al guiarla se convertirá en una liana bastante etérea y elegante, realmente hermosa. De otra forma puedes tenerla como planta colgante, también se llevará las miradas. De alguna manera, su belleza ornamental también radica en la capacidad de adaptarse a espacios sombríos, donde pocas plantas pueden crecer bien.

Resistencia a las heladas: No tiene resistencia a las heladas, por lo mismo es una planta que en Chile se cultiva en interior. Necesita una temperatura invernal entre 7 a 10 ºC, para poder tener el reposo vegetativo que todas las plantas tienen. El ideal es no someterla a temperaturas menores de 7°C por períodos largos.

Tipo de suelo: Tierra del jardín en un 40%, el 60% restante entre compost o turba y arena de lampa por partes iguales es ideal. Esto hará un suelo firme, alto en nutrientes, que conserva la humedad y con buen drenaje.

Riego: Necesita riegos abundantes, luego debes dejar secar y puedes regar nuevamente, 2 veces en verano y cada 10 días en invierno estará bien. No encharcar para no caer en el exceso de humedad y las enfermedades que esto trae.

Manejo

Fertilización: Fertiliza cada 15 días con un producto para plantas de interior en primavera y verano.

Abonos: Realiza abonos con tierra compost o turba todos los meses. Asegúrate de que tenga un buen drenaje, airea y abona todos los meses.

Propagación:

En primavera y verano por esquejes de unos 10 – 15 cm de largo. No olvides usar enraizante para estimular la aparición de las raíces. Usa compost o turba y arena de lampa por partes como sustrato.

Poda: Puede podar en invierno para estimular el nacimiento de nuevos brotes. Además de eliminar hojas enfermas, secas o muertas.

Trasplante: Como es una planta de rápido crecimiento, conviene trasplantarla todas las primaveras. Si con los años llegas a una maceta de unos 40 cm de diámetro, ya no será necesario trasplantarla, y bastará con abonarla y airearle la tierra.

Limpieza: Recomendamos usar el producto Lava Hojascomo limpiador. Es efectivo y rápido.

Plagas y enfermedades:

No es una planta muy propensa a ataques de insectos o infecciones; de todas formas puede verse afectada con pulgones, arañita roja y cochinilla. Estos los combates con un insecticida y te recomendamos uno de control natural.

Como es una planta de interior podría verse afectada por hongos, sobre todo en los cambios de temporada donde no controlamos bien los riegos. Para esto, recomendamos usar un fungicida para la tierra: hongos del suelo.

Trastornos recurrentes:

– Falta de luz: Las hojas pierden fuerza y se caen. La planta no crece.
– Demasiado sol: Las hojas pierden color.
– Hojas cafés y secas en bordes: Quemaduras por exceso de sol o frío. La planta está estresada.
– Exceso de agua: Las hojas pierden brillo y se caen.
– Falta de abono o fertilizante: Las hojas nuevas se ponen pálidas y sin desarrollo.
– Hojas finas y recambio: stress por exceso de sol o frío.